Lo primero que has de saber, querido huésped de la Posada, es que Toledo es una ciudad inabarcable. Son 2000 años de Historia los que nos contemplan y todas las civilizaciones que han dejado su huella en Toledo tienen tanto que contar que dejan en el viajero la sensación de que siempre quedará un Toledo por conocer. Así que relájese y disfrute de la ciudad, nosotros le recomendaremos lo imprescindible para que su visita a esta ciudad sea inolvidable. En la Posada de la Sillería la historia la escribes tú
La huella de las tres religiones de libro (judía, musulmana y cristiana) nos ha dejado una serie de exponentes de un legado que impresiona a todo aquel que quiera adentrarse en el laberinto toledano. Querido huésped, desde la Posada le recomendamos no perderse las visitas guiadas que pueden contratar desde el mostrador de recepción o marcando el 9 en su teléfono de la habitación.
El en el siguiente video podrá encontrar información de la pulsera turística de Toledo que le abre 7 enclaves por el módico precio de 10,00€.
Desde la Posada de la Sillería le recomendamos que disfrute de la explicación de un guía oficial que le abrirá la visita a un conocimiento profundo de la cultura toledana con estos monumentos como referencia.
Pregunte en recepción por nuestros guías oficiales e historiadores para reservar un paseo inolvidable
En una ciudad legendaria como Toledo su monumento más representativo forma parte protagonista de su leyenda.
La catedral de Toledo o catedral de Santa María hunde sus cimientos en la basílica que se levantó en tiempos de la Urbs Regia, cuando Toledo fue capital del reino visigodo. Posteriormente el espacio es reconvertido en la gran mezquita alhama durante la dominación musulmana hasta 1226 cuando en tiempos de Fernando III el Santo se coloca la primera piedra de la actual catedral gótica.
Las obras duraron hasta 1493, cuando se cubren las bóvedas del gran templo toledano, denominado con muchos apelativos, es el segundo templo más rico de la cristiandad después de la sede Papal de San Pedro en Roma.
La Catedral de Toledo es un universo en sí mismo y, querido huésped de la Posada de la Sillería, le invitamos a descubrir los entresijos de este majestuoso edificio de la mano de nuestros guías oficiales que ponemos a su disposición.
No dude en consultar en recepción las posibilidades para su visita.
La gran fortaleza de la ciudad espera al visitante para descubrir un edificio con 2000 años de historia.
En la zona más alta y protegida tanto del exterior como del interior de la ciudad, se encuentra el castillo-palacio de la ciudad. EL ALCAZAR. A unos 565 metros sobre el nivel del mar y unos 90 sobre el nivel del río. Desde aquí la ciudad cae abrupta hacia el foso natural que ha ido excavando el río Tajo. El Alcázar domina toda la zona este de la ciudad, la entrada por el puente de Alcántara que a su vez está protegido por el castillo de San Servando.
El edificio, que se remonta a los albores de los primeros asentamientos en la roca Toledana, ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de la historia. En época romana siglo I A.C. se sitúa el «castellum» (castillo) como enclave defensivo del Pretorio en la Toletum que menciona Tito Livio.
Desde época Trastámara, el edificio toma su fisonomía actual, cuadrado con torres en las esquinas y 40 metros de lado. Una residencia regia de carácter militar. Los reyes católicos van a jurar a Juana heredera tras la muerte del príncipe Juan.
La llegada de Carlos I a la corte de Castilla en 1517 provocará la guerra de las comunidades de Castilla, y Toledo será adalid del levantamiento. En la ciudad comunera, mientras la guerra civil se desarrolla en el norte de Castilla, María Pacheco gobierna desde el Alcázar. Aguantará un año después de la derrota de los comuneros en Villalar, con las tropas realistas sitiando la ciudad hasta Octubre de 1521. Momento en el que se entrega la ciudad. Tras un segundo levantamiento en la ciudad en Febrero de 1522 tomando de nuevo el Alcázar, María Pacheco va a tener que huir a Portugal.
Cuando Carlos I llega al Alcázar decide reformarlo a la imagen que tenemos hoy, un edificio moderno, mezcla de palacio renacentista y edificio militar. Demoliendo las antiguas estructuras medievales y estilizando el conjunto, será modelo para la tipología de edificios renacentistas de la época como el Escorial y el palacio del pardo. De esa época son las fachadas norte plateresca de Alonso de Covarrubias, y la sur de Juan de Herrera. Se organiza el edificio en torno a un patio de armas donde también trabaja Francisco de Villalpando.
1569. Para el abastecimiento de aguas se encarga a Juanelo Turriano, relojero de Carlos I, el famoso artificio de Juanelo, una maravillosa maquina hidráulica que fue famosa a nivel nacional e internacional, subía el agua del río salvando los 90 metros de desnivel. 14.100 litros de agua al día.
Felipe en mayo de 1561 va a trasladar la corte a Madrid para no volver jamás, eso no lo sabían los toledanos de la época, y será el inicio de la decadencia de esta ciudad.
«Toledo, peñascosa pesadumbre, gloria de España y luz de sus ciudades». (Miguel de Cervantes)