Decía el poeta Rainer Maria Rilke que “si todos a un tiempo, los vivos, los muertos y los ángeles, imaginaran una realidad visible, estarían soñando con Toledo”. El poeta Checo, que a finales del XIX promocionó Toledo entre los fastuosos salones del imperio austrohúngaro, se refería a Toledo como una ciudad más allá de su monumentalidad, con una mística incomparable y donde “al caer la noche la envuelve una magia espectral, convirtiéndola en un museo de piedra donde sus habitantes habían desaparecido en tiempos remotos”.
Querido huésped de la habitación 32, desde la Posada de la Sillería te invitamos a que te dejes llevar por la noche toledana, a través de su laberinto de calles y plazuelas. Piérdete sin temor, Toledo no es una ciudad peligrosa; adéntrate en ese viaje iniciático que emprendían los antiguos buscadores de verdades heterodoxas, buscadores del grial, de la mesa de Salomón o de la cueva de Hércules. Una vez haya terminado ese viaje y tu espíritu torne de lo opaco de la ignorancia al estado áureo de la sabiduría, vuelve a la Posada de la Sillería, a tu casa en Toledo, y desde tu ventana en la habitación 32, mirando los tejados de la ciudad mágica, recuerda que Toledo formará parte de ti y tus huellas quedarán en la memoria de sus piedras, y sobre todo, aquí tendrás tu Posada, cansado peregrino, siempre que vuelvas.
Querido huésped de la habitación 32, entra al aseo de tu habitación, observa el altillo que se levanta en el techo, justo frente a la ducha. Mira la pared e imagina a una persona pintando la torre de la Catedral de Toledo.
Le remitimos a la historia de la habitación 33 para que indague en los grafitos históricos en Toledo.
Para más información al respecto de la historia de La Posada de la Sillería**** o más aspectos culturales de la ciudad de Toledo, horario de museos, actividades, visitas guiadas, etc…no dude en consultar con nuestro personal de recepción.
Disfrute de Toledo,
El equipo de la Posada de la Sillería**** le desea un inolvidable estancia.