Un grafito histórico escondido en la habitación 33
Toledo, como cualquier otra ciudad histórica, está llena de huellas que, intencionadamente, han quedado impresas en paredes, muros o columnas. La catedral en su cara este está adornada de Vítores, especie de grafiti (plural de grafito) que conmemora la hazaña del que logra el grado de doctor, utilizando pigmentación animal (sangre de toro), quedaron para la posteridad decorando los muros del claustro menor de la Sede Primada Toledana. Existen también, diseminados por la ciudad, otros grafitos históricos que se denominan cruces tumularias, que señalarían la muerte en ese lugar de un caballero que se batió en duelo y que se simboliza con una cruz latina sobre un triángulo o túmulo.
Querido huésped de la habitación 33, entra al aseo de tu habitación, observa el altillo que se levanta en el techo, justo frente a la ducha. Mira la pared e imagina a esa persona pintando el Alcázar de Toledo.
Desconocemos la identidad de quien dejó este grafito, pero donde no alcanza a explicar la historia quizá sí pueda llegar tu imaginación.
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Disfrute de Toledo,
El equipo de la Posada de la Sillería**** le desea un inolvidable estancia.